Archivado en: Toros, taurino, San Isidro
Ha vencido ya el segundo tercio del ciclo isidril e iba por el mismo camino que el primero: descaste total en los toros, falta de raza, de fuerza, carteles sin rematar, y público harto, acudiendo a la plaza, pero harto de lo que se le estaba ofreciendo tarde tras tarde. Habían pasado ya los -pocos-carteles con figuras que volverán para la feria Aniversario. No estaba pasando nada... hasta que llegó Morante.
La corrida de Juan Pedro, ya habíamos avisado en nuestro anterior comentario que nos asustaba y no de miedo precisamente; y en efecto, desgraciadamente teníamos razón, estaba dentro de la línea de descaste, falta de fuerza, falta de fondo que es cosa generalizada en esta feria y más acusada aún en esta ganadería; está lo de Juan Pedro Domecq para mandarlo al matadero, pero esto es "azin": lo siguen pidiendo las figuras. Decíamos que lo de J.P.D. estaba rayando en el desastre total hasta que salió ese cuarto toro de la tarde nº 86, de 573 Kg., nacido en enero 2005 y de nombre Alboroto, ¿sería una premonición...? El toro no era mejor que sus hermanos, con un poquito más de clase, eso sí, pero con la misma falta de fuerza y de raza que sus hermanos lidiados (o devueltos) hasta ese momento. Y eso lo vio Morante en seguida, vio que el toro iba a llegar justito a la muleta, si llegaba. Y lo aprovechó. No vamos a citar adjetivos porque se han dicho, leído y escrito ya todos: desmayado, roto, lento, estremecido, quebrado, a compás, olvidándose del cuerpo....Personalmente no he visto torear tanto y tan bien en mi vida y aseguro que son muchos años ya viendo toros por esas plazas, dentro y fuera de nuestras fronteras. Días antes le vimos apuntar algo similar en Jerez, con otro tipo de toro aunque también juanpedros.
Verónicas -un monumento a la verónica- galleo por chicuelinas, pero no al uso, sino de verdad, lentas, con la mano baja, llevando al toro con hilvanes. Otro quite por verónicas después del ¿puyazo?, al compás muñecas, manos y cintura. Dice Rafael de Paula que se torea a compás, como se baila o se canta y eso parecía estar haciendo el de La Puebla, pero a lo grande .El arte hecho toreo o el toreo hecho arte. Si clásico es "lo que no se pué hacé mejón" y perfecto es "lo que está bien arrematao" (Rafael El Gallo), así estuvo Morante: clásico, perfecto rematado; el toreo en su más pura expresión. La verdad del toreo es tener un misterio que decir...y decirlo. Todavía duró el toro un poco más, lo justo para llevarlo a los medios toreándolo a la antigua y rematándolo con muletazos lentos, kikiriki incluído. Otra serie más con el toro ya acabado y oreja que en este caso es lo de menos. ¿Por qué no se lo llevaron a hombros calle Alcalá abajo? Habría que cambiar los reglamentos. A hombros Morante y Florito triunfadores de la tarde y este último de casi todas las tardes.
Y a continuación despertamos a la realidad. Ya no se habla de otra cosa que de Morante. Ya no se caen los toros, ya no se produce el desastre tarde tras tarde, ya no hay carteles sin rematar, ya todo va perfecto; y sin embargo los toros se siguen cayendo y los desastres se siguen produciendo y los carteles siguen igual de pobres. Menos mal que siempre nos quedará Morante.
Publicado el 25 de mayo de 2009 a las 17:15.